A principios de año me propuse construir una buena vida.Reconsiderar algunos puntos,modificar algunos hábitos y como siempre,perdonarme y perdonar todo aquello que lo necesite.Iba bien, hasta que se volvió a presentar el mismo patrón de siempre.Solo que ésta vez,algo pasó.Yo no sé en que momento adquirí en la conciencia ésta exótica intolerancia.Y de pronto,tuve la necesidad de emprender la retirada.Esa incómoda sensación dependía únicamente de mí.Así que lo mejor era deshacerme de esos elementos.Uno por uno.Tengo que confesar que no fue tan difícil como yo esperaba.Cuando tenía la posibilidad de aplicar el perdón y disolver todos los daños, lo hacía.Pero una de las condiciones para que no se repita, es mantenerse muy atento.Desgraciadamente,en ese asunto de ser aguda me fui de más al querer aclarar las cosas y solo conseguí darme cuenta de la infinita inmundicie que me rodeaba.Calumnias, intrigas, y mi nombre

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