PARA LOS PESIMISTAS
Esta es la historia de una mujer que siempre fue pesimista. De niña, por ejemplo, si su papá le compraba patines, la niña al verlos decía: " ¿y si me caigo...?" Si le compraba una muñeca, la niña decía: "¿Y si se rompe....?" Y así siempre. El padre de la niña, un señor adinerado, la llevó a distintos especialistas, quienes sugirieron que intentara darle mayor seguridad, que ya se le pasaría con el tiempo. Pero el tiempo pasaba, y a pesar de que el padre se
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Me siento Abrumado.