la frialdad de su mirada le traspaso el corazon de manera tan repentina que se desvanecio entre gritos que escuchaba en su cabeza, hundiendose en la negrura de la noche, y siendo la imagen del rostro de Eva lo ultimo que distinguia antes de perder la conciencia. ESCRITO POR EL OSO DEL PAN, CONTINUA GAIA, EL MARTES =mas= Gabriel abrió los ojos, asustado, miró al rededor comprobando que se encontraba en su habitación y que lo que había sentido era a causa de sus pesadillas etílicas, miró al costado de su mugrienta habitación y vió ahí que la guitarra gibson les paul 1950 de patillas PAF y tapa dorada, ya un poco opaca por el tiempo, aun permanecia en su lugar, en ese pedestal, con la inscripción que el propio Gabriel había mandado poner, “EVA”, en su momento no supo porque, pero le dió la idea el que fuese su primera y unica guitarra, así también era el principio de todo en su vida; aunque tambien tal vez su final. Se escuchó en el cuartucho una puerta rechinar y con solo voltear la cabeza, Gabriel se dió cuenta que estaba Loraine, la callejera con quien dormia en las noches de soledad, que eran casi todas, le debía casi su peso en oro puro, pues Loraine, le cobraba poco o nada. “Lory” como cariñosamente la llamaba Gabo, saludó con un guiño, a lo cual respondió Gabo con una leve sonrisa: Loraine dijo: “cariño en un momento estoy en la cama, no te duermas.." Gabo: "date prisa o tu sitio lo ocupara esta dulce botella de escoces…" Gabo dió un profundo trago a la botella y se sintió adormecido, cerró su ojos, penso que se quedaba dormido, cuando lo sorpendio en su mente un rostro torcido de una mujer de cabellos largos y rojos, que le decía “siempre has sido mío” y de pronto sintió un ardor tremendo en el pecho; abrió los ojos y vio a Lory acercarse a su cama, Gabriel suspiró y se tendió de nuevo en la almohada, Loraine le acarició el pecho, comenzó a besarlo, Gabriele quería abolir la imagen de esa mujer de su mente y trato de enfocarse en el sinuoso cuerpo de Loraine, sentía como sus labios le besaban con candor, el, rozó con su mano sus pechos, tibios, firmes y se entusiasmo, besando a la mujer como si fuese el último día de su maltrecha vida, al pasar la mano por la espalda de Lory, sintió un pequeño bulto, trató de ignorarlo y bajó por la línea de la espalda hasta el trasero pero cada centimetro que avanzaba, su tacto sentía pequeños bultos, sin abrir los ojos Gabo preguntó: ¿Lory, que te ha hecho ahora ese hijo de

Hay 1335 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse