El Kiosco del pueblo Dejaré a un lado los corazones mal trazados en las libretas escolares que pintaba con gran entusiasmo y jolgorio, ponderando mis bodas con bella dama que a lo mucho comenzaba a disfrutar de sus incipientes besos de veranos calurosos y días soñadores. Dejaré a un lado las cartitas llenas de notillas amorosas, y muchas veces ridículas, ocupando el espacio donde tendrían =mas= que venir apuntes de algebra o biología, notitas que ruborizaría a

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