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Tequisquiapan a lo muy Bernal...

!http://static.flickr.com/114/303262976_00f3765739.jpg! Fue el domingo, 19 de noviembre cuando temprano en las ultimas tasas de café al desayuno se organizaba en mi mente la experiencia que nos seguía ese día... Fue Tequisquiapan a lo muy Bernal en Ezequiel Montes una hermosa experiencia. Llegamos a la plaza Miguel Hidalgo, donde mi mente, ojos y cámara quedaron congelados con los contrastes de la iglesia que se posa en frente de la plaza. Es el Templo de Santa Maria construido en el siglo XVI, concluido en 1874. =mas=De fachada Neoclásica con columnas de cantera, habla.. Insisto mucho de los contrastes nuestros. Esto esta en la sangre en nuestras raíces. En la parte superior se encuentra un reloj que data desde 1897. !http://static.flickr.com/118/303262973_cc8c6d5d41_o.jpg! !http://static.flickr.com/109/303262972_18e3135f7a_o.jpg! Tengo entendido que los primeros españoles llegaron a la región en 1551 donde estaba habitado por chichimecas y de la cual fundaron la llamada Santa Maria de la Asunción y de las Aguas Calientes, seguramente por sus muy agradables manantiales que existen. En 1656 su nombre fue modificado por el de Tequisquiapan, palabra náhuatl que significa "lugar de agua y tequesquite". !http://static.flickr.com/108/303265176_26e54b42e2_o.jpg! Después, aprovechamos para dar una vuelta por el MERCADO DE ARTESANÍAS en la calle Carrizal, donde sobresalen los trabajos de mimbre y cestería entre una gran cantidad de chácharas venidas de todo el país. Es en donde encuentro una de las múltiples leyendas que rondan en el lugar platicadas por sus habitantes... !http://static.flickr.com/100/303265175_7d61aa02e0_o.jpg! LA LEYENDA DE LA HACIENDA DE SAN NICOLAS Por: Oscar García Martínez Una mañana del año 1746, doña Aurora cocinaba en la inmensa cocina de su Hacienda de San Nicolás, cercana al pueblo de Tequisquiapan. Los vapores del caldo que cocinaba le hacían sudar su blanquecino y pálido rostro –que recordaba glorias pasadas- y sin sentirlo siquiera su pensamiento se fue en retrospectiva hacia aquél a quien tanto había amado. De pronto volvió a sentir sus brazos rodeándola por el talle. Eran aquellos mismos y musculosos brazos de su enamorado amante, -muerto en la horca por la santa inquisición debido a ese prohibido amor-, con quien había vivido los años más apasionados de su lejana juventud. Recordó y añoró en cada poro de su piel, las caricias de esos brazos que una vez la habían hecho

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