El mundo le sonreía a esta pareja de enamorados, un día vieron un anuncio que anunciaba (¿pleonasmos yo?) una expo-boda donde exponian cosas para bodas (ahuuueeeeee). Esta pareja, que irradiaba amor por cada poro, decidió ir a ver que veia en la exposición donde exponian cosas de boda para las personas que se van a casar. Lo que ellos no sabían era que estaban a punto de entrar en un mundo lleno de miedo, horror y desesperanza...=mas= Llegaron y fueron recibidos con una sonrisa y un saludo cordial, entraron y empezaron a curiosear en los stands, como es de suponerse, había de casi todo para el gran evento, excepto joyerías, esto fué un poco desepcionante para los jóvenes enamorados por que el primer lugar, del top-ten de pendientes, lo ocupaban los anillos. En fin, los futuros esposos no perdieron la ilusión y siguieron con su recorrido. Como era de esperarse los promotores y representantes preguntaban directamente a la novia "¿Ya tienen fecha?" "¿Le gustaría ver nuestro paquete de maquillaje y peinado?" "¿Ya decidieron donde ir de luna de miel?" "¿Le gustaría ver los vestidos que tenemos en exibición?" Esta situación ya estaba prevista por el novio, de hecho no le molestaba en absoluto, el pensaba "Mejor, que la acosen a ella, así tengo mas tiempo para ver a las edecanes ñ.ñ.". Hasta ese momento habrían avanzado unos 10 metros dentro de los pasillos, y ahí, justo ahí es cuando todo cambió... De repente el ambiente festivo se fué desvaneciendo y el aire se puso espeso, los vendedores y representantes empezaron a mutar en figuras grotescas,

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