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¡MUJERES! JIJAS DEL MAIZ

Bien pues aquí estoy después de ausentarme en esto de los blogs por más de un buen rato ¡juar! Esto es para los que tienen tiempo de leer y para los que no tienen flojera de hacerlo.... Resulta que me encontré con este cuento y le encontré grandes cosas de cierto y lo quería compartir con toda la banda... Así que ahi va: El ramo azul. Octavio Paz. Desperté, cubierto de sudor. Del piso de ladrillos rojos, recién regado, subía un vapor caliente. Una mariposa de alas grisáceas revoloteaba encandilada alrededor del foco amarillento. Salté de la hamaca y descalzo atravesé el cuarto, cuidando no pisar algún alacrán salido de su escondrijo a tomar el fresco. Me acerqué al ventanillo y aspiré el aire del campo. Se oía la respiración de la noche, enorme, femenina. Regresé al centro de la habitación, vacié el agua de la jarra en la palangana de peltre y humedecí la toalla. Me froté el rostro y las piernas con el trapo empapado, me sequé un poco y, tras de cerciorarme que ningún bicho estaba escondido entre los pliegues de mi ropa, me vestí y calcé. Bajé saltando la escalera pintada de verde. En la puerta del mesón tropecé con el dueño, sujeto tuerto y reticente. Sentado en una sillita de tule, fumaba con el ojo cerrado. Con voz ronca me preguntó: -¿Onde va, señor? -A dar una vuelta. Hace mucho calor. -Hum, todo está ya cerrado. Y no hay alumbrado aquí. Más le valiera quedarse. Alcé los hombros, musité “ahora vuelvo” y me metí en lo oscuro. Al principio no veía

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Escuchando: La Castañeda - Cenit

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