Cuestionamiento capsioso.
¿Y qué esperas del amor?, me preguntaste, en ese momento no supe que decirte me reí nerviosa y hice bromas con respecto a ello, pero te confieso que después de colgar el teléfono tarde horas antes de poder conciliar el sueño, esa pregunta me revoloteaba el pensamiento, en un principio sentí pena por no haber podido responder, después experimente lastima por no saberlo y por ultimo vino la ira al no lograr descífralo. He pensado varias noches la respuesta; me ha costado trabajo pues ni yo misma lo sé, y si ya he logrado saberlo las palabras me vienen absurdas al no poder usarlas para plasmar lo que siento con exactitud; pero hare
Hay 333 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse