La imagen de Carles Puyol tendiéndole la mano a un derrotado Robben; así como el detallazo de los holandeses de hacerle el “pasillo” a los nuevos campeones, son símbolos de la nobleza que debería privar en todo el deporte, a todos los niveles. Después de todo, el deporte engrandece, y esa grandeza sólo puede manifestarse, si enfrente hay un adversario digno. Imágenes como esta, en la que el vencedor tiene la humildad de reconocer a su adversario, y un derrotado que reconoce la superioridad del rival, me emocionan sobremanera… ¿Qué conclusiones saca, y qué sugerencias ofrece una persona que no sabe de futbol, (y no es presunción: es la verdad), del torneo que acaba de terminar? Desde la óptica de alguien que piensa en términos de otros deportes, las ofrezco (las conclusiones y sugerencias) con toda humildad, así que el que quiera leerlas, pásele a lo barrido…=mas= En primer lugar, me queda claro que el futbol tiene que evolucionar, y terminará haciéndolo, a pesar de la FIFA y de Blatter en particular. Me parece que esta copa desnudó la necedad y el retraso que tiene el soccer con respecto a otros deportes, en el uso de tecnologías, reglas e incluso estrategias. Platicaba yo con mi hermano, mientras veíamos la final, el hecho de que me sorprendía que apenas en el mundial pasado, a un portero (¿Ó un delantero…? No recuerdo…) se le ocurrió ver la tendencia de los rivales en videos. Gracias a dicho estudio, este jugador obtuvo resultados más que aceptables en los cobros de penaltis. En otros deportes, el “escouteo” (qué palabra más gacha, pero en fin…) es básico desde la incursión del video en el ámbito deportivo… Por otro lado, FIFA prefirió la vergonzosa medida de censurar las jugadas polémicas, y dar unas insípidas disculpas a los países afectados, en lugar de reconocer los errores arbitrales, y aceptar el uso de la tecnología en aras de una competencia justa. Sin embargo, el paso a la tecnología no puede tardar más: las distintas federaciones, la afición, y la evolución natural de

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