El pasado
Trascender la propia escencia debanarse en levantarse, mal curarse las heridas, vino amargo hasta acabarse. Siendo así la propia vida, sonrisas y alegrías, por mas vaporosas que sean, siempre serán bienvenidas. Decir adios al fracaso, comenzar un juego nuevo, olvidar los rechazos, ver el triunfo venidero. Ser y estar, salir y triunfar, luchar y apreciar, una mañana sin mas, saber y creer, fe y placer, cuando menos esperes, llegan a ser. Hoy ojos al cielo y alma en la mano, escribo en consuelo de mis pasadas caidas, ojos grandes, claros y oscuros, hoy ya no
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