alex

PROHIBIDO LLORAR

PORQUE DE VERDAD QUE LLEGA MUY HONDO... ¿Papito... Cuánto me amas? El día que mi Hija nació, en verdad no sentí gran alegría. Por que la decepción que sentía parecía, ser más grande que el gran contecimiento que representa tener una hija. ¡¡¡¡Yo quería un varón!!!! A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y agotada y la otra radiante y dormilona. En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisita de mi Carmencita y por la infinita inocencia de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura. Su carita, su sonrisita y su mirada no se apartaban ni por un instante de mis pensamientos, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes sobre planes, todo sería para mi Carmencita. Este relato era contado a menudo por Rodolfo, el padre de Carmencita y Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Rodolfo según decía el mismo. Una tarde estaba mi familia y la de Rodolfo, haciendo un picnic a la orilla de un río cerca de casa y la niña entabló una conversación con su papá, todos escuchábamos: Papi,... cuándo cumpla quince años ¿Cuál Será mi regalo? -Pero mi amor, si apenas tienes diez añitos, ¿No te parece que falta mucho para esa fecha? Bueno papito,... tu siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí. La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas. Una mañana me encontré con Rodolfo enfrente del colegio donde estudiaba Carmencita quien ya tenía catorce años. Rodolfo se veía muy contento y la sonrisa

Hay 914 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse

Elija una cuenta para acceder al contenido completo

Cuenta de Ymipollo
Hola


Me siento Triste.
Escuchando: acompañame a estar solo Ricardo Arjona.

Reacciones


Debe estar identificado para ver los comentarios o dejar uno.

Entrar a Ymipollo

¿ping? ¡pong! Ymipollo © ¿ping? ¡pong 1!