Solo, diario de un asesino, 3a parte
Solo, Diario de un Asesino Entrega 3 El viaje _Uno siempre debe saber hacia donde ir, y en caso de no saberlo, es mejor esperar en el anden a esperar, muchas veces las personas en su desesperada vida toman el tren equivocado y ocupan el asiento equivocado, asiento que quizás era para otra persona, y cuando llegan a donde no deberían, se frustran, es mejor esperar y saber a donde se quiere ir exactamente, y cuando uno sabe a donde quiere ir tomar el tren aunque uno no tenga boleto y sobre todo sabiendo que todos los viajes son sin retorno, de eso se trata la vida, sin retorno._ Habian pasado ya tres semanas desde la vez que habia visto a la dama de gris y ella habia resuelto mi problema. Me disponia a viajar a la ciudad de las montañas, por mis herramientas de trabajo, un rifle de largo alcanze pues esta vez eso me hacia falta, a veces me gustaba usar una daga o darles un tiro certero y cercano a los que estaban señalados, eso me traia mayor confianza pues era mas facil ver a la persona dejar de respirar y desfallecer y no crear mas errores en el futuro, con un rifle de largo alcanze a penas y se podia ver si la persona caia por el susto o de verdad muerta, pero este tipo de trabajo era lo que requeria. Posaba sobre una de las bancas de espera del tren de la ciudad del mar. A la seis y media de la tarde, con un calor terrible, yo contemplaba mi encendedor con el jamelgo grabado y a ratos le daba vueltas sobre la palma de la mano. No podia encender un cigarrillo o vendria un largo sermón. Estaba fumando con la bolsa tipo marinero, una bolsa de lana cocida por abajo con hilo grueso y con una cuerda por la boca de la bolsa que bien uno se la
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Me siento X.
Escuchando: contigo, joaquin sabina