*Hugo* es un amigo que siempre estuvo ligado al _Espiritismo_ ya sea enrolándose en las filas de alguna institución o experimentando por su cuenta. Finalmente, se inclinó por quitar Dramatismo a la existencia de un mundo espiritual activo y complejo. A las preguntas de quienes intimamos con él siempre, contestó con toda naturalidad, presentando de una manera sencilla lo que para los demás era un Universo de Fantasmas, vivencias traumáticas y sobrecogedoras, miedo y fantasía. Algunas veces desplegó *sus artes* en forma didáctica, pero hasta una noche de Septiembre de 1997 yo jamás había participado en ninguna de ellas y, si bien la seriedad de *Hugo* merecía toda mi confianza, elegí mantener una actitud prudente y acudí a aquella cita con cierto escepticismo. Hacía algo más de un Año que el compañero de *Betina* había muerto en un Hospital, como consecuencia de un accidente en la autopista, sólo un mes antes de la fecha en que ambos pensaban casarse. La muchacha no había podido superar el dolor y con insistencia estuvo pidiéndole a *Hugo* una _Sesión Espiritista_ para contactar con _el más allá_ . Debo comentar que si bien todos conocíamos el hecho a grandes rasgos, nadie del entorno de *Betina* le había pedido detalles de aquel hecho terrible, de las heridas ni de los últimos momentos de la existencia de su novio, que vivió su agonía solo con ella a su lado.

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