Llevaba ya 2 meses en mi nueva vida en el campo; la escuela era muy diferente al colegio en el que estudiaba, en esta nueva escuela me enseñaron a tocar la flauta, a criar a los animales, a trabajar en equipo. Mis nuevos amigos eran verdaderamente diferentes a los pocos amigos que tenia en la ciudad,=mas= estos últimos no sabían nada mas que jugar nintendo, mientras que Arturo, Juan, Luis, Mario y Ángel (los del campo) se entretenían jugando futbol en las calles sin pavimentar. Juan y yo habíamos formado una amistad muy buena, no nos separábamos ni un instante, íbamos juntos a la escuela, regresábamos de esta juntos, comimos juntos, todo lo hacíamos juntos. Una ocasión me invito a no entrar a la escuela, ósea, irnos de pinta. Yo no sabia que hacer, pues nunca había faltado a la escuela a menos de que estuviera enfermo, cosa que nunca ocurría por que mi mama me protegía de manera exhaustiva. -¿y como por que no vamos a ir?- pregunte de una manera muy inocente. –te tengo una sorpresa que prepare desde la semana pasada, no había tenido oportunidad de mostrártela pues estábamos en exámenes-. Me intrigaba la dicha sorpresa, así que acepte no muy convencido. Al día siguiente nos vimos en el parque del pueblo, el llego 20 minutos tarde, así que me moleste un poco. Antes de ir a donde teníamos que ir, fuimos a comprar algunas cosas para comer, en ese entonces mi padre me

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