- - - El CoMiEnZo - - -
El Comienzo Cuando empecé a escribirte, cerrar los ojos y descubrir tu imagen para refugiar mis tristezas, esperar tus brazos para depositar en ellos todo lo fracasado, almacenar en tus ojos las ilusiones destruidas y los futuros no recorridos. Precisar el momento en el que tu ausencia calaba tanto a mi calma y mi tranquilidad, descubrir el instante en que tú presencia se unía a mi esencia, no puedo entenderlo, no puedo hacerlo. Lo único que puedo explicarme, decirme para entenderlo, comprenderlo, masticarlo, es recordar tu rostro frente al mío, como tu aliento acariciaba mis labios, como tus labios hacían un lento recorrido de mi boca al cuello, pasando por la oreja y llegando al corazón… Tu boca fresca explorando mi cuerpo, tus manos tocando mi piel, parecía que intentabas pulirla… una y otra vez, arriba, abajo, tus dedos labriegos sembrando en mi piel la pasión… y tu cara, pequeña y tu barba poblada. Mientras mis manos correspondían a tus caricias, y empezaban a tomar la iniciativa, deseaban tu
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