Aún recuerdo un día que (siendo niño) andando descalzo en el patio trasero de la casa me enterré en un pie un clavo oxidado, junto con el clavo iba un trozo de tabla. No sé si me dolió mas el enterrarme el clavo o que papá me lo sacara de un jalón y me diera unos tablazos en la planta del pie para que manara la sangre. =mas=A pesar de todo no se me quitó la maña y disfruto andar descalzo en la casa, en el patio, así como también disfruto un buen café de olla, un pan de los horneados en horno de leña de naranjo, que mis panes favoritos son los que están entre la frontera de los

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