Nada personal Te encontré después de algunos tiempo. Nos encontramos, tan extraño como ridículo, y al verte mi mundo como mi cuerpo se estremeció. Imposible no recordarte tanto como no desearte, todos los días en que hablamos por teléfono hacían mas larga la espera para llegar a este momento, que pena que solo puedas ser la pimienta en mi vida. La ciudad aquella ciudad que alguna vez fue mía se miraba distinta desde tu auto. Como describirlo si la evidente sorpresa como la emoción y los nervios de este nuevo encuentro de ambos, poco a poco entre sonrisas y relatos se fue haciendo cada vez menor, excepto por la urgencia de un antojable cigarro. Por fin compraste tus cigarros, por fin fumamos el antojable y deseado cigarro, para este tiempo solo fumo cuando estoy contigo. Diferimos las ideas que en otro tiempo tuvimos en común. Me sentí triste y ofuscada con todo lo que te escuche decir, quizá tendrías razón, quizá podrían

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