Capítulo 11   "Producto Deseado"   Solo una medida de tierra de panteón, cabellos y foto del susodicho. Agua del florero de la tumba de un asesinado y… $ 800.00 por adelantado por el trabajito.     Se necesita estar fuera de sí para semejante disparate. Pero una mujer despechada recurre a todo. Y cuando digo todo, es TODO… =mas=     Marcia, nuestra vida número tres. Era el típico caso de la chica embarazada, enamorada de un pobre infeliz que se desentendió.     Atendía teléfonos en una agencia de viajes. Soñaba con ser aeromoza ó algo que la llevara a volar. Pero tomando en cuenta las circunstancias, la mayor altura, solo la consiguió al elevar las piernas y quedar preñada.   "¿Nada particular?"   Marcia padecía cáncer. Y por si fuera poco estaba contagiada de sífilis.   Como la vida no era suficiente mierda aún, le diagnosticaron al feto malformación. Todo el paquete de vida jodida, que su “dios” les mandó como “prueba”.   Mi experiencia me decía, que un embarazo riesgoso, tiene noventa y nueve por ciento de posibilidades de no llegar a término.     Sin embargo, ella se aferraba a la idea de tenerlo en sus brazos… a como diera lugar. No solo eso, quería de vuelta al padre de su criatura y estaba dispuesta a recurrir a lo que fuera.   Mi abuela, como buena cubana, sabía de santería y aunque me tenía prohibido husmear en sus “recetas” mucho menos se me permitía participar. Esa mezcla de religiones, sectas, rituales y demás creencias hicieron de mí, la pagana de hoy.     Total, que me era familiar todo el numerito, hasta que se nos enteró de un sacrificio particular.   Marcia tenía que beber semen de un grupo de hombres que pertenecían a la élite de brujos más cotizada de la región. Y comer sus excrementos mezclados con sangre de una gallina negra.     Lo hizo.     Estuvimos con ella en el hospital toda la noche. Donamos sangre. Y casi pongo en mi boca un padre nuestro.     Marcia murió a los dos días por envenenamiento, falla renal y otras complicaciones. El papá de su criatura nunca llegó. Le buscamos por cielo mar y tierra, pero al parecer, estaba muy ocupado con un par de pirujas de cuarta.     Definitivamente había en nuestra lista de “vidas prestadas” demasiadas Marcias que documentar…     .

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