Cuando murió Howard Hughes en la década de los setentas, multimillonario estadounidense que de hecho le hicieron la película del Aviador con Leonardo Di Caprio  aunque esto no sale en la peli,  hubo una gran polémica al conocer su testamento. Había dejado un millón de dólares, de aquella época, a un sujeto desconocido para el resto de su familia y amigos. Nadie lo conocía. =mas=Intrigados por esta última voluntad del millonario, fueron a buscar al sujeto, que vivía a solo dos cuadras de la mansión de Howard Hughes en las Vegas, Nevada (Howard había fundado varios casinos ahí).   El sujeto era un despachador de gasolina, de aquellos típicos de EU. Nadie podía hallar la relación entre él y el millonario. Resulta que Howard Hughes creyéndose un califa en las Vegas, y cuando empezó a desvariar al final de su vida, le gustaba pasarse por pordiosero y merodear por las calles de las Vegas, eso sí, en auto. Supongo que para conocer la realidad de las personas de la que tanto lo había alejado el dinero. Llegó a la gasolinera más cercana a su casa con el auto más viejo y descuidado que imaginen y le pidió al despachador que le prestará unos litros de gasolina porque debía ir a visitar a su madre enferma que se encontraba a varios kilómetros de ahí. El despachador no sólo le presto unos

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