Llevaba 4 meses de gestación, hacia tan solo un par de horas en que había adquirido plena conciencia de mi existencia, luego de saciarme de reconocer las paredes del útero que me contenía y dar vueltas y patadas a diestra y siniestra, pensé “caramba!, me quedan 5 meses aquí y tengo que planear cada día de mi vida, tengo muy poco tiempo, que voy a ser?”   Sin ningún conocimiento del mundo que me esperaba allá afuera y sin siquiera palabras para definir las cosas decidí echar un vistazo a la biblioteca de los genes en el interior de mi madre, muy seguramente ahí habría cosas interesantes de mi mundo y encontraría lo que seria para toda mi vida. =mas=   Muy lentamente dentro de mi mente se empezaron a formar las imágenes que había guardadas en mis genes, los genes mi madre, de mi padre y de todos aquellos que nos habían antecedido a lo largo de muchísimo tiempo.   Como en una película vi animales y plantas en grandes cantidades todos ellos sin saber como se llamaban, pude observar mares, montañas, valles aparentemente estáticos pero sin embargo siempre en continuo movimiento. La película duro los 5 meses, y yo ensimismado en las imágenes no me di cuenta cuando mi tiempo de alojamiento había terminado; volví a la realidad al sentir un jalón en mis pies, debía abandonar la casa “noooo!!!, espérense!, la película no termina y yo no he

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