De flores y cantos
Por unos momentos – que parecieron una eternidad -, nada sucedió. La fuerte lluvia era el único sentido que acompañaba los gemidos de la joven parturienta. La abuela presintió que esa niña estaba destinada a perderlo todo, para encontrarlo todo. Porque solamente alguien que se vacía
Hay 132 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse