El Real Madrid festejó el título a lo grande, con una goleada por 4-1 sobre el peor Barcelona del los últimos años, un conjunto decadente que se mostró contemplativo ante el juego de un campeón en racha que regaló a su afición la última gran alegría de la temporada. Todo le salió bien al Real Madrid, donde volvió a marcar Raúl, reapareció con gol Ruud van Nistelrooy e Iker Casillas se aseguró el premio al arquero menos goleado. Y todo le fue mal al Barça, que regresa a la Ciudad Condal con la seguridad de que los cambios deben afectar más allá del banco. Pese a los rumores, el equipo de Rijkaard hizo el pasillo con la camiseta azulgrana y, tan caballeroso se mostró, que concluyó el primer tiempo y seguía haciéndole el pasillo al campeón. Sin velocidad, ni fuerza y menos aún ánimo para inquietar a su rival, el conjunto azulgrana dedicó tres cuartos de hora a contemplar cómo jugaba con él un Real Madrid sorprendido por la actitud de un rival que se jugaba el segundo puesto, o por lo menos eludir la fase previa de la Liga de Campeones, una cuestión que no es menor. Pese a no jugarse nada, el Real Madrid fue el que salió en busca de la victoria y el que, prácticamente, ya se la había adjudicado en veinte minutos, el tiempo que tardaron en marcar Raúl González, su decimoctavo tanto del torneo, y el holandés Arjen
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Me siento FELIZ!!!!.
Escuchando: THROUGH THE FIRE AND FLAMES