Cosas que no se recuperan
Una muchacha estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar por muchas horas, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compró un paquete de galletas. Se sentó en una butaca en la sala VIP del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Al lado de la butaca donde estaba la bolsa de galletas, se sentó un hombre que abrió una revista y comenzó a leer. Cuando ella tomó la primera galleta, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "Pero, que descarado". "Si yo estuviese más dispuesta le daría un golpe en el ojo
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Me siento Pensativo.
Escuchando: Hoy ten miedo de mi - Delgadillo