La sorpresa sorprendida
Desde aquel momento en que descubrí mi pasado de ángel y mi actual situación hubo una serie de cambios bruscos en mi vida. Poco a poco hube de habituarme a ellos siempre con la sospecha inicial si no estaría volviéndome loco, las visitas al psicólogo, incluso al psiquiatra se volvieron comunes pero conforme los tratamientos eran inútiles y las evidencias de mi pasado asombroso se acumulaban en mi recamara termine por aceptarme como ángel caído o mas bien como ángel encarnado. A partir de empezaron sus visitas. Nunca supe quien seria, pero era obvio que era un demonio bastante bromista y ocioso. Hubo una regla suprema cuando fui hecho hombre; ningún ángel o demonio podría ayudarme, hacerme daño o incluso matarme, las dos primeras no mas allá de la intervención que estos pueden hacer con cualquier persona y eso incluida asustarme también. Pero ese infeliz había empezado a aparecerse un día con formas aterradoras sin que nadie de sus hermanos se diera cuenta y al ver que le resultaba gracioso espantarme hasta el límite
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Me siento Inspirado.
Escuchando: Julieta Venegas - Lento