samara

La niña que compró un milagro con un dólar y 11 centavos

Recibí un relato que nos muestra lo lejos que puede llegar la fe de una niña al no ponerse límites. Sucedió que un día, esta pequeña niña, llamada Teresita, fue a su habitación y sacó un frasco que estaba escondido en su closet. Esparció su contenido en el suelo y contó con cuidado varias monedas. Tres veces, lo hizo.  =mas= Con cuidado, regresó las monedas al frasco y lo llevó consigo saliendo sigilosamente por la puerta trasera. Caminó seis cuadras hasta la Farmacia, y esperó pacientemente a que el farmacéutico le prestara atención, pues estaba muy ocupado hablando con alguien. La niña movió sus pies para que rechinaran sus zapatos. Nada. Se aclaró la garganta lo más fuerte que pudo, pero tampoco sirvió de nada. Finalmente, tomó una moneda de 25 centavos del frasco, y con ella tocó en el mostrador de cristal. Con eso fue suficiente. “¿Y qué es lo que quieres?”, le preguntó el farmacéutico con tono de disgusto, “mira que estoy hablando con mi hermano que vino de Chicago y que no he visto en años”. Eso no la inquietó y le contestó con un tono parecido: “Bueno, quiero hablarte

Hay 573 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse

Elija una cuenta para acceder al contenido completo

Cuenta de Ymipollo
Hola


Reacciones


Debe estar identificado para ver los comentarios o dejar uno.

Entrar a Ymipollo

¿ping? ¡pong! Ymipollo © ¿ping? ¡pong 1!