...y el cuerpo etereo mutilado en sueños continua buscando su parte perdida, en quejidos y lagrimas trata de ocultar su cobardia, trata de pertenecer solo a el, de pertenecerse solo a si, y entre actitudes y desaires le tomas en tu mano abdominal, lo dominas con cuidados y perfumes con olor a mal, mas el cuerpo fragmentado sin querer ya vascilar, se entrega

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