Posiblemente me expliqué mal. Así que voy a tratar de decirlo a manera de que lo entiendas=mas=. Pon un poco de tu parte y trata de no hacer algo que comprometa la única neurona saludable que te queda.   “NO VOY A REGRESAR CONTIGO”   Ya no me queda paciencia para repetir la misma historia. Tienes que reconocer que fui constante. Algunas veces parecía que estabas a la altura, pero al final, siempre terminaba explicándote el porque del por cual. Ahí es donde siempre me quedaste a deber.   La cosa está así:   Una relación, cualquiera que ésta sea, debe tener como principio, un “FIN”. Y tu, para comenzar, entiendes la palabra “fin” como  “se acabó”.  No sé si de verdad has leído toda esa cantidad de literatura que tanto pregonas, pero es seguro que has entendido lo que tu escasa formación académica pudo hacer en los pocos años que asististe a una institución.   Quiero ser muy enfática en algo. Los súper héroes se contratan una mente menos propensa a la fatalidad. Tengo entendido que has gritado a los cuatro vientos que posees una “maldición” por y para el ARTE. Y de que te gusta ésta palabra, no cabe la menor duda. Solo que no eres del tipo que puede llenar expectativas desde donde te propones actualmente hacerlo.   Tus últimos trabajos, dejan mucho que desear. No  te das cuenta  la responsabilidad que significa “autonombrarse” ESCRITOR. No se puede ir por la vida tratando a todos como Sub-humanos y formar parte de la misma fila.   Y los otros títulos y categorías que también has decidido adjudicarte, desde luego van por tu cuenta. A pesar de eso, en un principio creí en ti. En la posibilidad de que ese

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