cadaver_001
Gilberto Ali & Jaime Obispo Desde aquí se ve el mar Desde aquí veo —incluso—, a los cangrejos fornicar Y los niños de la escuela gritan Y sus maestras en las noches se desnudan, impunes Y el tsunami parece que no podría existir Sino en nuestras propias pupilas derramadas Y el desierto tan seco Como si tuviera sed de sol, hambre de una sombra La gente corre y se alinea tras la sombra de un poste Y se hinca y reza como ante la imagen de su dios Aunque la iglesia está en todos lados La mía son los labios verticales y rosados Y esas ganas por lo nuevo Puro y noble De la
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