caracolaria

Un cielo para los suicidas

  Un velorio siempre invita a pensar en la propia muerte. El velorio de un suicida obliga a pensar en el suicidio propio. Anoche, disminuida, no me atreví a acercarme al ataúd. No sé si quería hacerlo sólo por morbo o también por solidaridad. Solidaridad con un suicida. Quería decirle varias cosas al oído. Quería que me contara qué se siente, qué se siente un minuto antes de apretar el gatillo, qué se siente cuando se está apretando, quería que me dijera si tenía frío, ahí en la caja. Quería meterme en la caja yo también, sentirme rodeada de nardos de olor dulcísimo. Cerrar los ojos, la boca cosida, las manos cruzadas sobre el pecho. Para después respirar, respirar con urgencia y abrir los ojotes, brincar fuera y hablar y hablar, y tocar a Esteban (todavía no termino de acostumbrarme a que esté fuera de mi cuerpo) y sentirlo todo. Sentirlo todo. =mas= Y buscarte con los ojos, y tal vez, maravilla, encontrarte. Y oler las flores que huelen a muerto contento. Y ver a los fantasmas de los vivos, que no se dan cuenta. Y sentir el sabor salado de tu sudor. Comerte un poquito. Y estirar brazos y piernas, y sentirlo todo, cada átomo, cada molécula, cada célula, cada tejido, éste es mi pie, ésta es mi pierna, éste es mi pecho. Esta soy yo. Aunque no les guste.   Había tantas, pero tantas coronas de flores amarillas y blancas y rosas, con letreritos en diamantina “CBTIS 32” “FAMILIA MONTERO”... ¿qué se hace con las coronas? Ojalá nos las pudiéramos llevar puestas. A mi casa le hacen falta flores. Además de sala. Y comedor. Y una cocina donde quiera cocinar. Pero principalmente flores. (Arbolito navideño ya tiene). De cualquier

Hay 840 palabras más en este escrito, para seguir leyendo debe identificarse

Elija una cuenta para acceder al contenido completo

Cuenta de Ymipollo
Hola


Me siento Agotada.
Escuchando: I wear your ring - Cocteau Twins

Reacciones


Debe estar identificado para ver los comentarios o dejar uno.

Entrar a Ymipollo

¿ping? ¡pong! Ymipollo © ¿ping? ¡pong 1!