La semana anterior se dieron en nuestro sufrido Mounstrito Federal, algunas marchas por parte de miles de jóvenes que fueron rechazados por la UNAM y el Poli en sus respectivos sistemas de educación media superior. Como exuniversitario, rechazado un par de veces en mi intento al nivel superior, y futuro Puma, me permito comentar un poco respecto a una problemática que está afectando no solo a las dos instituciones educativas más grandes que tiene nuestro país, sino a nuestra sociedad en general.=mas= Antes que nada, debo decir que he sido rechazado un par de ocasiones por la UNAM en mi intento del ingreso al nivel superior, la primera por un autosabotaje (pasé el examen, pero no cumplí un prerrequisito), y la segunda por güevón y confiado, pa qué más que la verdad. Y aún desde esa perspectiva, me muestro completamente en desacuerdo con la actitud que estos jóvenes toman hacia las instituciones, por haber sido rechazados. Sin lugar a dudas, la educación es un Derecho Constitucional, y todos debemos tener acceso a ella. Sin embargo, a la gran mayoría de estos muchachos no se les está negando el acceso a la educación media, su “movimiento” es producto de un berrinchito por no haberse quedado en la opción que eligieron. Sin embargo, desde un principio se sabía que sólo los que demostrasen un cierto nivel de conocimientos iban a tener la opción de elegir, así que de entrada, el “movimiento” no tiene razón de ser, si todos de común acuerdo, sabían a lo que se estaban ateniendo. Les compro (y eso a regañadientes) que desde antes de presentar el examen, protesten por la “injusticia” del sistema para entrar al bachillerato, pero, ¿Todos los que hoy se manifiestan contra el sistema, lo harían si se hubieran quedado en sus opciones? La verdad es que quienes hacen estas manifestaciones no están sino cosechando el fruto de su falta de aprovechamiento, y su dejadez a la hora de enfrentar un filtro muy necesario, para ingresar al bachillerato. Pero, por si esto fuera poco, la verdad es que quienes alcanzaron lugar en su primera opción, no son en realidad alumnos precisamente “destacados”: los resultados de la prueba indican que el promedio general de los “aprobados”, fue entre 6 y 7, con algunos pocos 9 y 10. Esto nos

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