Verbo delator
Me retomo en sabado introrretrospectivo: Decimos que hacemos, decimos que queremos, decimos que somos, decimos que vamos, decimos que necesitamos, decimos, decimos, decimos. Somos una máquina de dichos, envolvemos el entorno en palabras, especulamos el tiempo con dichos. Detrás de cada palabra existe, por lo regular, una caja fuerte de combinación desconocida. Empleamos el verbo sin certificados de seguridad. Ahí van las palabras, revoloteando en aires poco densos, se escabullen cual dardos de veracidad, enmascaradas en velo de verosimilitud. Y al final, detrás del telón, cuando acaba la función se es lo de siempre, se sabe uno sin palabras y sin ellas creemos que dejamos de ser, suponemos que sola la
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